La actriz revela su rutina, exigencias y temores durante las grabaciones de la serie norteamericana "Dallas", secuela del clásico de la TV ochentera con Larry Hagman, donde interpreta a Marta del Sol, encargada de una compañía de conservación del medio ambiente. Todo, desde la primera persona de esta chilena que ahora se abre camino en el mundo de las series hechas en Hollywood. por Ernesto Garratt Viñes TOMA 1:
VOLANDO A "DALLAS". Estoy en el vuelo que desde Los Angeles, donde vivo, me dejará en la ciudad de Dallas. Los motores aún no se encienden y sentada en el avión recuerdo con claridad el día de abril en que confirmaron mi presencia en el piloto de la serie "Dallas", el renacimiento de la clásica serie de TV que se emitió en EE.UU. y el mundo entre 1978 y 1991. En mis manos tengo el guión y lo voy releyendo, pensando en mi personaje, repasando un poco lo que me imagino puede pasar en esta aventura. Es excitante, pero un piloto también es una incertidumbre: a veces puede convertirse en serie o quedarse ahí no más. Y bueno, una emoción enorme me inunda de pronto al darme cuenta que voy a trabajar con un elenco de miedo, con actores como Larry Hagman, el clásico J.R. de la serie "Dallas", el comandante Anthony Nelson en "Mi bella genio", y con un dejo de nerviosismo siento que todo puede pasar. Estoy con los nervios de punta por esta página de monólogo del guión que debo aprenderme. Es una página entera y vengo repasando este monólogo una y otra vez.Lo grabo en mi cabeza sabiendo que en tres días más llegaré al set y allí tendré que escupir esas líneas como si fluyeran de mi propia mente. TOMA 2:
UNA CIUDAD ENORME. El avión aterrizó hace unos momentos en Dallas, dejé la maleta en el hotel y ahora voy rumbo a los estudios para las pruebas de vestuario. Miro a través de la ventanilla del auto de la producción cómo es Dallas y voy alucinada con la realidad de esta ciudad que es muy diferente: las casas son enormes, mansiones que nunca había soñado podían existir. Saco una foto de una bandera americana gigante, pero tan tan gigante que parece de otra realidad. Texas es un mundo en sí mismo. Todo es de una proporción absolutamente olímpica y yo me siento extraviada en todo esto, como una liliputiense. Esta es la primera vez que realmente estoy en esta ciudad. Había estado sólo un par de horas antes para ver una película de un amigo en el cine que no me quería perder. Estaba grabando una película en Austin y no conocí verdaderamente Dallas. Quería ver el filme "Come Early Morning", una historia con Ashley Judd y Jeffrey Donovan. Pero fuera de esa experiencia previa, esta inmersión en la ciudad y en uno de sus productos icónicos me ha hecho sentir por primera vez realmente en Dallas. TOMA 3:
GRABANDO. Lo primero que debo hacer es ir a la prueba de vestuario, donde me encuentro con esta cabra muy simpática que se llama Rachel, una vestuarista muy creativa y con la que empezamos a ver los diferentes looks de mi personaje (N. del E: Leonor Varela hará de Marta del Sol, encargada de una compañía de conservación del medio ambiente). Siempre se trata de un momento que me gusta mucho porque me agrada el modo de expresión de la ropa, lo que puede decir un vestuario, cómo puedo verme diferente con un look particular. Después de las pruebas de vestuario, al día subsiguiente llego al set para grabar mi primera escena. Y es nada menos que con J.R., este magnate del petróleo que el actor Larry Hagman lleva haciendo por décadas. Durante la grabación de este piloto aún no le detectaban el cáncer que después se hizo público. Y mi primera escena es entre J.R., su hijo, que lo interpreta Josh Henderson, y yo. Es tan encantador Larry Hagman, con la chispa del ojo así, prendida. En el set, intercambiando diálogos, viéndolo con el sombrero tejano y su actitud que llena la pantalla, fue el momento preciso en que caí en la cuenta de que realmente estaba con una leyenda de la cultura pop. Todo ha sido muy rápido y pensé: "Vaya, realmente estoy aquí al borde de algo potencialmente muy grande". Y él tenía el reloj de J.R. con detalles de oro y diamantes reales, el cinturón con sus iniciales, las botas, todo a mil por ciento. Y ver a un hombre de 80 años trabajar, volver a encarnar un personaje que hizo durante 14 años, es impresionante. TOMA 4:
VECINA DE UNA LEYENDA. Durante las grabaciones Larry es cordial, coqueto, un encantador de la vida. Apenas terminamos la escena juntos tiene la amabilidad de hacerme una cordial invitación. -¿La puedo invitar a almorzar señorita?-, me dice.
"Pero encantada", le respondo sin vacilar. Y el menú comienza con una copa de vino blanco. Yo casi nunca tengo esa costumbre a la hora de almuerzo, pero me pareció una ocasión ideal para romper la regla. Una copita de vino blanco para cada uno, y en medio de mi cobb salad, que trae entre otras cosas lechuga, huevo y varios vegetales, comenzamos a charlar acerca de sus paneles solares y la energía alternativa. Larry tiene todo un tema con la energía solar. Ahora está instalado en Dallas, pero él vive la mayoría del tiempo en California. "Somos vecinos en California, estamos como a seis cuadras", le digo cuando me cuenta dónde está su casa en Santa Monica, y él me cuenta además que tiene un rancho muy grande en otro estado. Esta hora y media se me pasa volando. Esta versión de "Dallas" es distinta a la producción antigua. Cynthia Cidre es la nueva guionista. Ella escribió "Los reyes del mambo" y le encargaron que hiciera este show, así que se asoció con el director y productor Michael M. Robin. Yo de niña nunca tuve la ocasión de ver la serie original. Vi pedazos de "Dallas" pero nunca la seguí. Mi casa no era mucho de TV. Pero antes de empezar las grabaciones vi la primera temporada: era parte de hacer mis tareas y entender quién es quién en esta nueva versión. Sabía que el famoso cliffhanger de "¿Quién le disparó a J.R.?" es parte de los episodios que alguien que ni siquiera es parte del entertainment sabe perfectamente de qué estamos hablando. Fue un giro histórico en la TV, de cómo se marqueteó, se vendió, se presentó, y después cómo se terminó ese episodio que dejó la embarrada. Después de ver algunos episodios y reflexionar un poco, puedo decir que "Dallas" tuvo el acierto de marcar una época. Captó lo que fue la crisis del petróleo que empezó a mediados de los 70, capturó lo que significó esta ciudad emergente basada en el petróleo, esta riqueza desproporcionada que éste procuraba. Y también supo encarnar los conflictos más profundos de una familia disfuncional, con alcoholismo, avaricia, lujuria, todos esos componentes tan humanos que están en todas partes y que no se habían retratado nunca de manera tan transparente en un show televisivo en aquella época. TOMA 5:
MANEJANDO MI VIDA EN TEXAS. Hoy he tenido un momento único: he manejado un Ferrari por primera vez. Es una escena que me toca estar en un túnel y debo manejar el Ferrari rajado, parar intempestivamente y bajarme. Dudo de mis capacidades en un principio, no sé si voy a poder manejar esa cosa a la velocidad que me piden, volando, en un túnel y sin chocarlo. Pero no pasa nada, sale todo bien. Y la sensación de potencia del motor y de la respuesta del auto es poderosa. He estado adaptándome a mi nueva vida en Texas. Desde noviembre que estamos grabando los episodios porque nos dieron luz verde después de ver el piloto terminado. Soy buena para el viaje solitario porque justamente me siento muy cómoda interactuando con gente que no conozco, descubriendo gente nueva o estando sola si tengo ganas también. No me incomoda ni lo uno ni lo otro. Definitivamente soy una persona curiosa en la vida, nunca me aburro. Me gusta encontrar mi rutina de ejercicio cuando estoy en un lugar nuevo y he encontrado varias cosas que hacer acá. Cuando hice el piloto me limité a bajar del hotel al gimnasio porque fueron sólo dos semanas y la verdad es que el ritmo de trabajo no daba para más. Ahora que estamos filmando voy a un centro de yoga: de repente me da una vorágine de hacer yoga todos los días. Y después de mucho buscar, también hago Cross-fit en un centro buenísimo. Es mi nueva obsesión: una forma de trabajar explosiva y anabólica. Haces un esfuerzo en el que trabajas fuerza y resistencia. La explosión del esfuerzo físico máximo y después recuperación. Quedo feliz. Si no hago una forma de deporte casi todos los días no estoy bien. Necesito las endorfinas para manejar los viajes, el ritmo de trabajo y el estrés que implica mi carrera. TOMA 6:
TRABAJAR EN FAMILIA. Hoy he conocido al otro actor clásico de "Dallas": Patrick Duffy, quien hace de Bobby Ewing y justamente es con él que me toca la escena del monólogo que trabajé en el avión. Estamos en este rancho ícono de la serie, South Fork, que es enorme y ahora convertido en atracción turística. Los actores jóvenes entramos a este lugar por primera vez. Pero Patrick y los actores antiguos vuelven a esta misma locación veinte años después. Patrick se ve feliz, entusiasta de estar con sus amigos. Es claro que él, Linda Gray (Sue Ellen Ewing) y Larry Hagman son muy cercanos, se han seguido viendo durante todos estos años. Son una familia. Esta producción es realmente parte de su vida. Y es muy intenso porque se nota una dedicación y es un fenómeno maravilloso la cercanía que estos actores han mantenido durante treinta años. Qué puedo decir, es una dinámica muy acogedora. Se trata de una experiencia tan positiva que me dan ganas de empezar otra serie que me dé esta tranquilidad de trabajar con un grupo familiar y estar así de bien todos los días. Algo totalmente nuevo para mí, que jamás había querido comprometerme en una dinámica así. Tenía una aprensión muy grande de hacer una serie de largo plazo. Mi amor siempre ha sido el cine y la libertad de movimiento que eso implica. Siempre he tenido la mira muy fija en eso. Pero la verdad es que me he dado cuenta que las cosas que espero con ansias son el próximo capítulo de "Game of Thrones" o "Modern Family". ¡La TV hoy en día es increíble! Veo una gran calidad de escritura, de actuación y de realización. Porque la industria cambia, y uno tiene que darse cuenta de esos cambios y adaptarse. La serie con un nivel de producción tan bueno como "Dallas" me ha hecho apreciar ser parte de ese mundo. TOMA 7:
EL MOMENTO MÁS DURO. Es un día de rodaje más de la serie. Nos juntamos a hacer una lectura de mesa del episodio, todos juntos, con los productores, el director y todos los actores, y notamos que pasa algo raro. Aparece Larry, quien está con una actitud muy tranquila, y nos dice que tiene un cáncer localizado, recién detectado: "Habrá que hacer tratamiento, pero yo no voy a dejar de hacer esto. Vamos a tener que adaptarnos un poco a los horarios de quimioterapia y yo les pido a todos su colaboración". Y por supuesto que nos hemos ido adaptando a su ritmo de trabajo para que a él se le haga más leve su carga, su período de descanso después de la terapia, y después volver de a poco. Ese es el desafío que ha tenido la producción: adaptarnos para hacer que para él sea todo lo más fácil posible. Y lo que me pasa cuando escucho a Larry Hagman decir que tiene cáncer es que se me aprieta la guata, porque yo perdí a mi papá (el científico Francisco Varela) por un cáncer y me emociono mucho. Fue muy difícil contener mis propias emociones y no proyectarlas a este pobre caballero que lo único que quiere es que le hablemos de otra cosa. No quiere estar en pathos de lo que es su dolor y su dificultad, y entonces tengo que hacer un momento de contención personal. Pero me voy muy para adentro porque realmente me acordé de mi padre que falleció por un cáncer. "La serie tuvo el acierto de captar la marca de una época, la crisis del petróleo de los 70, además de mostrar los conflictos de una familia disfuncional".
"Mi pasión siempre ha sido el cine, pero me he dado cuenta que hay una gran calidad de escritura, de actuación y de realización en las series de televisión". por Ernesto Garratt Viñes.
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