Arrancó el BAFWeek en La Rural de Buenos Aires
El BAFWeek arrancó a puro glamour
El show de Ricky Sarkany fue el más concurrido de la jornada, repleto de fans y celebrities; también se presentaron Varanasi y Wanama, entre otros.
23.02.2011 | 09:01 hs. · Fuente: Revista Ohlala
La primera jornada de los desfiles de BAFWeek en La Rural estuvo marcada por la gran concurrencia de amantes de la moda, fashion victims y también cholulos que -cámara en mano- corrían para captar alguna imagen junto a sus celebrities favoritas.
Sarkany, a puro show. Con una sala en la que no cabía ni un alfiler, Ricky Sarkany presentó su propuesta con una gran puesta en escena (había una estructura de andamios por donde subían las modelos) y celebrities en primera fila (estuvieron Luciana Salazar, Nacho Viale, los protagonistas de Casi Angeles, Flavia Palmiero, Victoria Onetto, Laura Azcurra y muchas más).
María Eugenia Suárez, la teen Angel, fue la encargada de abrir y cerrar el desfile, en el que se vieron zapatos y botinetas altísimos de taco aguja, taco chino, plataformas planas y plataformas internas en base y talón (con forma de S) en cueros metalizados, combinados o con estampa de leopardo.
El animal print también se vio en tapados y sacones, además de cueros con pelo, pieles de zorro y cabra.
Los vestidos son negros, cortos y muy sexies, con transparencias, encajes y flecos y también aporta tejidos de aires setentosos.
Aplausos y más aplausos para la pasada de catsuits y zapatos cubiertos de luces y para el final a puro rock and roll.
Varanasi, una propuesta original y elaborada. La dupla integrada por Mario Buraglio y Víctor Delgrosso volvió al ruedo con todo. Presentó prendas de silueta longilínea, muy trabajadas y llenas de detalles.
Impactantes los tapados de impronta militar con ribetes a contratono y mucho vuelo, los sacos de moldería desestructurada, los vestidos transparentes con dibujos e inscripciones en italiano, las faldas con calados láser y los vestidos lánguidos con apliques geométricos.
También presentó pantalones de aires ecuestres, blusas con grandes cuellos volcados, sweaters de largo irregular y polleras en géneros mórbidos.
Wanama, mix de texturas y prendas superpuestas. Con música en vivo de Maxi Trusso y una primera fila llena de famosas (estaban Sofía Zámolo, Paula Chaves, Luli Fernández y Mercedes Oviedo, entre otras) Wanama mostró su invierno.
Para ellas, la onda es superponer prendas y mezclar texturas y detalles. Así, conviven vestidos floreados con camisas y cardigans tejidos con guardas Bariloche o con camperas aviadoras con corderito. Todo con un estilo romántico, con toques folk. Vuelven las polainas y las medias bucaneras, que se llevan con botas texanas de caña hasta la rodilla o zapatos con plataformas de madera o taco chino.
Para los hombres, camisas escocesas, montgomeries, sacos tejidos a rayas, parkas de paño y pantalones chupín.
Hermanos Estebecorena, una propuesta urbana de impronta militar. Con una pantalla circular en el medio de la pasarela, Hermanos Estebecorena presentó su colección dirigida a hombres con estilo urbano que valoran el diseño y las buenas terminaciones.
En su colección abundan las prendas con aires militares:chaquetas de cuatro bolsillos, camperas de ruedo curvo, camperones con capucha, aunque también hay trajes más formales y sacos de cuello smoking en género matelasseado. Los pantalones son angostos en su mayoría, aunque también hay cargos un poco más anchos e incursionan con el corte carrot.
La paleta es bien neutra: negro, gris, verde seco y azul.
Semillero UBA, con una propuesta vanguardista. Las finalistas del concurso Semillero UBA BAFWeek, con la colección 1983, de María Agustina Troyer y Perfectos, de Lucía Leiva, presentaron sus colecciones en el inicio de la semana de la moda argentina.
María Agustina Troyer presentó una colección masculina, con una sastrería desestructurada. Los modelos, que salieron a la pasarela con máscaras, mostraron faldas tableadas (sí, los hombres), camperas y pantalones con frunces, sacos de paño con solapa de corte irregular y solapa oversize, pantalones de tiro alto y tapados con cierre.
La diseñadora propuso un juego de superposición de formas. Los géneros que usó son paño, fargas de pura lana, cueros gastados y gabardina. En la paleta de colores predominó el gris y el negro.
Lucía Leiva presentó una propuesta rígida pero femenina, de moldería asimpetrica, que contrasta siluetas geométricas con otras orgánicas.
Sobre la pasarela se vieron tapados y vestidos con múltiples tablas, vestidos cortos con recortes, pantalones carrot, vestidos con calados en espalda y recorte. Todas las prendas, en negro con pinceladas de blanco y tostado.
Caperucita Roja, por Pablo Ramírez. Antes del desfile de semillero UBA, Pablo Ramírez presentó un micro que reinterpreta una Caperucita Roja en versión glamorosa, en diez piezas diseñadas para SanCor Sublime, línea de postres de sabores sofisticados. A sus clásicas prendas negras, Ramírez le agregó el colorado característico del personaje del cuento. Sobre la pasarela se vieron pantalones, bermudas y faldas lápiz, todo en cuero. Las capas, en todas sus formas y extensiones: cortas, largas, amplísimas, angostas, con chaleco incorporado, con volados y con diferentes formas de capuchas.
La actriz Mónica Antonópulos y la Liz Solari interpretaron un duelo de cucharas para quedarse con el deseado postre, en una suerte de versión de lucha entre una Caperucita inocente y otra más astuta. La presentación terminó con aturdidores aullidos de lobos.
Sarkany, a puro show. Con una sala en la que no cabía ni un alfiler, Ricky Sarkany presentó su propuesta con una gran puesta en escena (había una estructura de andamios por donde subían las modelos) y celebrities en primera fila (estuvieron Luciana Salazar, Nacho Viale, los protagonistas de Casi Angeles, Flavia Palmiero, Victoria Onetto, Laura Azcurra y muchas más).
María Eugenia Suárez, la teen Angel, fue la encargada de abrir y cerrar el desfile, en el que se vieron zapatos y botinetas altísimos de taco aguja, taco chino, plataformas planas y plataformas internas en base y talón (con forma de S) en cueros metalizados, combinados o con estampa de leopardo.
El animal print también se vio en tapados y sacones, además de cueros con pelo, pieles de zorro y cabra.
Los vestidos son negros, cortos y muy sexies, con transparencias, encajes y flecos y también aporta tejidos de aires setentosos.
Aplausos y más aplausos para la pasada de catsuits y zapatos cubiertos de luces y para el final a puro rock and roll.
Varanasi, una propuesta original y elaborada. La dupla integrada por Mario Buraglio y Víctor Delgrosso volvió al ruedo con todo. Presentó prendas de silueta longilínea, muy trabajadas y llenas de detalles.
Impactantes los tapados de impronta militar con ribetes a contratono y mucho vuelo, los sacos de moldería desestructurada, los vestidos transparentes con dibujos e inscripciones en italiano, las faldas con calados láser y los vestidos lánguidos con apliques geométricos.
También presentó pantalones de aires ecuestres, blusas con grandes cuellos volcados, sweaters de largo irregular y polleras en géneros mórbidos.
Wanama, mix de texturas y prendas superpuestas. Con música en vivo de Maxi Trusso y una primera fila llena de famosas (estaban Sofía Zámolo, Paula Chaves, Luli Fernández y Mercedes Oviedo, entre otras) Wanama mostró su invierno.
Para ellas, la onda es superponer prendas y mezclar texturas y detalles. Así, conviven vestidos floreados con camisas y cardigans tejidos con guardas Bariloche o con camperas aviadoras con corderito. Todo con un estilo romántico, con toques folk. Vuelven las polainas y las medias bucaneras, que se llevan con botas texanas de caña hasta la rodilla o zapatos con plataformas de madera o taco chino.
Para los hombres, camisas escocesas, montgomeries, sacos tejidos a rayas, parkas de paño y pantalones chupín.
Hermanos Estebecorena, una propuesta urbana de impronta militar. Con una pantalla circular en el medio de la pasarela, Hermanos Estebecorena presentó su colección dirigida a hombres con estilo urbano que valoran el diseño y las buenas terminaciones.
En su colección abundan las prendas con aires militares:chaquetas de cuatro bolsillos, camperas de ruedo curvo, camperones con capucha, aunque también hay trajes más formales y sacos de cuello smoking en género matelasseado. Los pantalones son angostos en su mayoría, aunque también hay cargos un poco más anchos e incursionan con el corte carrot.
La paleta es bien neutra: negro, gris, verde seco y azul.
Semillero UBA, con una propuesta vanguardista. Las finalistas del concurso Semillero UBA BAFWeek, con la colección 1983, de María Agustina Troyer y Perfectos, de Lucía Leiva, presentaron sus colecciones en el inicio de la semana de la moda argentina.
María Agustina Troyer presentó una colección masculina, con una sastrería desestructurada. Los modelos, que salieron a la pasarela con máscaras, mostraron faldas tableadas (sí, los hombres), camperas y pantalones con frunces, sacos de paño con solapa de corte irregular y solapa oversize, pantalones de tiro alto y tapados con cierre.
La diseñadora propuso un juego de superposición de formas. Los géneros que usó son paño, fargas de pura lana, cueros gastados y gabardina. En la paleta de colores predominó el gris y el negro.
Lucía Leiva presentó una propuesta rígida pero femenina, de moldería asimpetrica, que contrasta siluetas geométricas con otras orgánicas.
Sobre la pasarela se vieron tapados y vestidos con múltiples tablas, vestidos cortos con recortes, pantalones carrot, vestidos con calados en espalda y recorte. Todas las prendas, en negro con pinceladas de blanco y tostado.
Caperucita Roja, por Pablo Ramírez. Antes del desfile de semillero UBA, Pablo Ramírez presentó un micro que reinterpreta una Caperucita Roja en versión glamorosa, en diez piezas diseñadas para SanCor Sublime, línea de postres de sabores sofisticados. A sus clásicas prendas negras, Ramírez le agregó el colorado característico del personaje del cuento. Sobre la pasarela se vieron pantalones, bermudas y faldas lápiz, todo en cuero. Las capas, en todas sus formas y extensiones: cortas, largas, amplísimas, angostas, con chaleco incorporado, con volados y con diferentes formas de capuchas.
La actriz Mónica Antonópulos y la Liz Solari interpretaron un duelo de cucharas para quedarse con el deseado postre, en una suerte de versión de lucha entre una Caperucita inocente y otra más astuta. La presentación terminó con aturdidores aullidos de lobos.
Fuente:
Difundan libremente este artículo
CONSULTEN, OPINEN , ESCRIBAN .
Saludos
Rodrigo González Fernández
Diplomado en "Responsabilidad Social Empresarial" de la ONU
Diplomado en "Gestión del Conocimiento" de la ONU
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Rodrigo González Fernández
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Diplomado en Gerencia en Administracion Publica ONU
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