Viajó a Miami con su marido para alejarse de la polémica.
Gtres
Destapó la caja de los truenos y ahora
intentan poner tierra de por medio.
Arantxa Sánchez Vicario sorprendió con la publicación de un libro de memorias, donde cuenta cosas muy fuertes, arremetiendo duramente contra sus padres, a los que acusa de haberla anulado como persona y de haberse beneficiado de ella económicamente.
Una publicación que ha hecho que la ex tenista no se hable con su familia. Sin embargo,
cuenta con el apoyo y el ánimo de su marido, Josep Santacana, quien ha encontrado ya detractores que han descubierto la avaricia del empresario. Rumores de los que Arantxa ha hecho caso omiso.
Para no tener que escuchar lo que no quieren oír, y alejarse de la polémica que han generado, el matrimonio ha puesto tierra de por medio y han viajado hasta Miami, donde Arantxa tiene una casa.
La pareja acudió al torneo Sony Ericsson, donde estuvieron disfrutando del día y de la compañía de amigos, a los que saludaron efusivamente.
Arantxa y su marido Santacana, a pesar de la que está lloviendo, siguen mostrándose
cómplices y felices, centrados en su matrimonio.
La revista "Vanity Fair" ha publicado un reportaje en el que se habla de que la "ruina" en la que la ex tenista denunciaba estar, podría ser en realidad
una estrategia para conseguir liquidez ya que su patrimonio está tasado en 30 millones de euros.
Por este motivo,
Arantxa Sánchez Vicario ha emitido un comunicado a fin de desmentir las informaciones publicadas en la revista
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