Las barbas llevan tiempo de moda. Tanto, que en Nueva York hay hombres capaces de pagar 8.000 dólares para realizarse trasplantes de vello facial que puedan embellecer una perilla irregular. Y esto no se queda solo en la subcultura hipster, sino que «tipos que jamás se pondrían unos pantalones ajustados ni un jersey comprado en una tienda de segunda mano se están dejando crecer el bigotes de una forma que no se ha visto desde hace décadas». Estas reflexiones, propias de un sociólogo (o de un estilista), pertenecen en realidad a un grupo de científicos evolutivos de la Universidad de Nueva Gales del Sur (UNSW). «¿Por qué están brotando las barbas en las caras más improbables?», se preguntan. Y tienen una respuesta: La ventaja de rareza.
Los investigadores publican en la revista Biology Letters de la Royal Society una investigación acerca de por qué la moda de la barba viene y va, y por qué no hay un único patrón óptimo de vello facial. Según ellos, un fenómeno llamado «dependencia de la frecuencia negativa»(DFN) podría ayudar a explicar la diversidad en los patrones de vello facial masculino. Significa que los rasgos raros disfrutan de una ventaja.
En la genética evolutiva, la selección DFN es una fuerza importante, favoreciendo los alelos genéticos raros sobre los más comunes. En lospeces guppy, por ejemplo, los machos que lucen raras combinaciones de manchas de colores tienen menos probabilidades de ser cazados y más de aparearse. Así que un patrón de color raro puede propagarse muy rápidamente hasta que llega a ser tan común que atrae la atención de los depredadores y empieza a resultar poco interesante para las hembras.
Las ventajas selectivas que gozan los colores llamativos explican por qué los de los guppy son algunos de los rasgos más variables genéticamente estudiados. En el caso del ser humano, ¿puede un vello facial muy particular disfrutar de una ventaja? ¿E influye esto en el mundo de la moda?
Para probar esta idea, los investigadores, según explican en un artículopublicado en la web de la universidad, realizaron un sencillo experimento utilizando un conjunto de fotografías de 36 hombres. Cada hombre había sido fotografiado cuando estaba bien afeitado, con cinco días de crecimiento (barba incipiente), 10 días de crecimiento (barba densa) y al menos cuatro semanas de crecimiento sin recortar (barba completa).
Unos voluntarios calificaron el atractivo de estos hombres según distintos grupos de fotografías. Cuando los rostros afeitados eran poco comunes (en el conjunto de las imágenes mostradas), recibieron mejores puntuaciones. De igual forma, cuando llevar barba era lo raro (la mayoría de los hombres de las fotos aparecían afeitados), esta elección capilar fue considerada sumamente atractiva.
Esto significa es que, al menos en condiciones experimentales, los patrones de vello facial gozan de mayor atractivo cuando son raros que cuando son comunes. Claro que, como ocurre con los peces guppy, este estilo innovador funcionará cuando es poco frecuente, pero es probable que, cuando se vuelva demasiado «popular», deje de resultar tan sexy.
Patillas y bigotes
Para los investigadores, las opciones dependientes de la frecuencia negativa podrían muy bien ser un ingrediente importante en el cambio de las modas de vello facial, lo que incluye las patillas de mediados del siglo XIX, las grandes barbas de 1870 a 1900 o los bigotes. The New York Times -citan los científicos australianos- estima que la tendencia actual de la barba surgió entre los hipsters locales de Nueva York a finales de 2005, con lo que la moda actual ha tardado casi una década en imponerse.
La nueva barba ha sido impulsada por diversos deportistas, estrellas decine y músicos. Pero la moda se ha extendido hasta tal punto que es muy posible que esté cerca de su fin. «Esa es la manera en la que la dependencia de frecuencia negativa puede funcionar: cuando una moda es aceptada por la corriente principal, se pierde la ventaja de la rareza. Y así comienza a extinguirse», explican los autores del estudio. Es lo que se llama morir de éxito.
Pero, ¿son las barbas atractivas por sí mismas? Los hombres de pelo hirsuto dirán que por supuesto, pero la evidencia es mucho más ambigua. Una investigación anterior ha demostrado que una barba densa bien cuidada es más atractiva que un afeitado, una barba de tres días o una barba completa. Claro que los gustos particulares tienen mucho que decir...
Lo que sí es cierto es que las barbas tienden a hacer que los hombres tengan un aspecto más masculino, ya que crece durante la pubertad, lo que marca la transición a la edad adulta. La barba puede ser una señal dirigida tanto a otros varones como a las mujeres, lo que podría explicar por qué tantas culturas guerreras se dejaron barbas resplandecientes. Ahora está por ver cuánto tiempo se mantendrán las ya tan vistas barbas de los hipsters.
No hay comentarios:
Publicar un comentario