Elige la falda que te favorece - Gtres
Cortas, largas, de tubo, a la cadera, de talle alto, evasé... La
falda, la prenda más femenina del armario de una mujer,
puede convertirse en tu mejor aliada potenciando las curvas de su silueta y camuflando, perfectamente, algunos pequeños defectos como unas caderas anchas o una cintura poco definida.
A la hora de
elegir la falda que más te favorece debes tener en cuenta tu propia fisonomía: si eres
más o menos alta, rellenita, con caderas pronunciadas... La longitud, la forma y el color de tu falda influyen visualmente en tu imagen de conjunto y pueden ayudarte, por ejemplo, a estilizar tu
figura, a conseguir que tus piernas luzcan más largas y esbeltas o a marcar una coqueta cintura de avispa.
La princesa Letizia - Gtres
Si eres menudita y no muy alta estás de suerte porque te quedan bien distintos tipos de falda. Ganarás altura si eliges aquellas que van unos centímetros por encima de la rodilla y también te favorecen las que aportan volumen: plisadas, abullonadas, con algún volante... En cuanto a los colores, debes limitar los tonos oscuros y optar por alegres estampados, colores claros y tonos
pastel. El mejor ejemplo lo tienes en el look de la
princesa Letizia, que conoce a la perfección las faldas que realzan su figura.
Si tu problema es la escasez de curvas (tronco rectilíneo), haz que tu falda marque aquel punto de tu figura que quieras resaltar, por ejemplo, la cintura, con una pieza de talle alto, o las caderas, con una falda de talle bajo (a media cadera, presumiendo de ombligo). Ese "corte" visual que crea el inicio de tu falda conseguirá dividir tu figura y darle un mayor equilibrio y armonía.
La falda tubo es una de las más elegantes y favorecedoras para la mujer porque dibuja la silueta femenina como ninguna. Si eres alta, llévala justo a la altura de media rodilla y si eres bajita acórtala unos centímetros. Esta prenda te sentará como un guante si, además, tienes las caderas poco prominentes ya que las realza y da protagonismo aportando un toque de absoluta sensualidad. Para este mismo caso (caderas estrechas)
las faldas con peplum son una magnífica opción.
Si la falda tubo te encanta pero hay algún kilito que disimular, elígela en colores oscuros o con finísimas líneas verticales. El volumen de una falda puede ser el elemento clave para equilibrar tu figura. Un ejemplo muy claro son
las faldas tipo "A" (ligeramente acampanadas),
ideales para marcar cintura y camuflar discretamente unas caderas anchas. A las más delgaditas, les van perfectas tanto las cortas y con algo de vuelo, como las que caen por debajo de la rodilla, hasta media pantorrilla y están hechas con telas vaporosas o con volantes (tipo enagua). Fíjate en el look de
Paula Echevarría con falda de godes y top tipo corpiño. ¡Ideal!
Las más llenitas también pueden llevar con gracia las faldas de corte en "A" pero prescindiendo de adornos excesivos. Si eres de espaldas anchas o tienes mucho pecho este tipo de falda es también la más adecuada para ti, porque su volumen centrado en la zona inferior te proporcionará el equilibrio que tu silueta necesita (en este caso olvida la falda tubo).
Por último,
las minifaldas, tan propias del verano, son aptas tanto para mujeres altas como para bajitas siempre que dispongan de unas piernas bonitas y estilizadas. En el primer caso, no es recomendable llevarlas más arriba de medio muslo (tus piernas parecerían interminables), mientras que en el segundo, puedes escoger una "ultramini" (casi como un short) y combinarla con zapato plano. Si tus piernas (y muslos) son más anchos de lo que te gustaría, es preferible elegir una falda a la rodilla, no demasiado ceñida y con una sexy apertura delantera, trasera o lateral (te quedará mucho mejor que una minifalda).
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