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martes, 23 de julio de 2013

EVELYN MATTHEI ASI LA VEN EN EL EXTRANJERO


Nelson Sandoval



Santiago de Chile, 22 jul (EFE).- A sus 59 años, la chilena Evelyn Matthei Fornet no conoce la palabra fracaso. En su vida familiar, profesional y pública el ascenso constante ha sido el denominador común de una trayectoria que podría culminar en el pináculo de la política: la presidencia de su país.
Su éxito, en todo caso, no significa que Matthei, designada candidata a las presidenciales del próximo 17 de noviembre por la Unión Demócrata Independiente (UDI), haya llevado una existencia placentera de linda niña rubia favorecida por la fortuna.
En una sociedad que carga con un machismo atávico, Matthei casi siempre ha estado en la noticia amarrada a la polémica, las descalificaciones agrias, de cara a vientos a veces huracanados, que ha sorteado gracias a un carácter fuerte y una temeridad a toda prueba.
Hija de Fernando Matthei, un general que alcanzó la jefatura de la Fuerza Aérea de Chile (FACH) y un puesto en la Junta Militar durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), Evelyn comenzó su andadura política de la mano de la recuperación de la democracia.
Atrás quedaron entonces sus vivencias de niña, cuando compartió con Michelle Bachelet, también hija de un general de la FACH, Alberto Bachelet, que debió afrontar una realidad muy distinta tras el golpe de 1973.
Mientras el padre de Bachelet murió a causa de la tortura por haberse opuesto a la asonada militar, Fernando Matthei, cuya eventual implicación en la muerte de su camarada aún es investigada por la Justicia, saboreó las mieles del poder.
Cuando Evelyn se perfeccionaba como pianista en Londres, Michelle y su madre eran torturadas por la policía secreta en Villa Grimaldi.
Con más de quince años estudiando piano -pudo ser una concertista exitosa, dicen sus conocidos-, ingeniera comercial de la Universidad Católica premiada como la mejor de su promoción, profesora universitaria y ejecutiva de empresas, Evelyn Matthei descubrió la política a finales de los años 80.
En el plano familiar, se casó con Jorge Desormeaux, un prestigioso economista que acaba de cumplir diez años como consejero del Banco Central, con quien tiene tres hijos: Jorge, Roberto y Antonia.
Tras ingresar en 1988 al naciente partido Renovación Nacional (RN) fue elegida al año siguiente diputada y se hizo conocida como integrante de la "patrulla juvenil" de la agrupación, formada por un grupo de jóvenes políticos desligados de la dictadura, democráticos y proclives a reformar el sistema para hacerlo más moderno y participativo.
Incluso uno de los principales exponentes de esa "patrulla", Sebastián Piñera, había votado por el "No" en el histórico plebiscito de 1988, en el que los chilenos rechazaron la permanencia de Pinochet.
Todo pareció derrumbarse a finales de 1992, cuando los partidos iniciaron los procesos tendentes a definir sus candidatos a las presidenciales del año siguiente. En RN competían Evelyn Matthei y Sebastián Piñera.
Durante un programa de televisión del que este último era tertuliano, apareció de pronto el dueño del canal, Ricardo Claro, y echó a andar una grabación en la que se escuchó una conversación telefónica entre Piñera y un amigo, Pedro Pablo Diaz, en la que el actual presidente de Chile le pedía que intercediera con periodistas conocidos para que perjudicaran a Matthei.
En el diálogo, jalonado de chilenismos y términos soeces, Piñera decía que la idea era dejar a Evelyn "como una cabrita (niña) chica, despistada, que da palos de ciego, sin ninguna solidez (...), una huevona débil, inestable".
El escándalo, llamado por la prensa "el Piñeragate" fue enorme, con Matthei de víctima, pero tras una investigación la policía descubrió que la conversación había sido interceptada y grabada desde una repartición del Ejército.
La investigación dio con los autores del espionaje, quienes además de confesar revelaron que vigilaban a Piñera por encargo de Matthei.
Evelyn confesó su culpa y renunció a su candidatura, mientras que el partido le abría un expediente que determinó para ella una suspensión de sus derechos de militante por diez años. Con presteza, Matthei renunció a RN y se acercó a la UDI, que la recibió con los brazos abiertos.
En 1993 fue elegida nuevamente diputada, aunque por otro distrito; en 1997 fue elegida senadora por la región de Coquimbo y reelegida en 2005, aunque en 2011 renunció para incorporarse como ministra de Trabajo y Previsión Social al gobierno de Sebastián Piñera.
Desde entonces ambos parecen haber olvidado el "Piñeragate" y han trabajado en gran armonía, hasta el punto de que Matthey se ha convertido en una de las más acérrimas defensoras del presidente.
Su fuerte carácter y su vehemencia la han traicionado en varias ocasiones, en las que ha sostenido agrios intercambios verbales, abundantes en groserías, con otros políticos, a los que ha insultado hasta en sesiones del Parlamento.
Pero eso no parece ser un problema, porque después de ser nombrada candidata, ha prometido comportarse "de manera ejemplar". EFE
Agencia EFE
Fuente:

Saludos
Rodrigo González Fernández
Diplomado en "Responsabilidad Social Empresarial" de la ONU
Diplomado en "Gestión del Conocimiento" de la ONU
Diplomado en Gerencia en Administracion Publica ONU
Diplomado en Coaching Ejecutivo ONU( 
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