ser disfuncional es lo de hoy
El miércoles pasado asistí a la función de prensa del monólogo "El Pelón en sus tiempos de cólera" que presenta mi amigo Héctor Suárez Gomís. Con gran sentido del humor, Héctor narra su vida como miembro de una familia disfuncional y comenta que el 75 por ciento de los seres que habitamos en este planeta tiene una familia disfuncional. Además de reírme muchísimo (y de recomendar ampliamente la obra), una frase de Héctor me dejó pensando: "Si ya somos mayoría, entonces ahora nosotros somos los normales, ¿no?".
Ah, caray, pensé cuando lo escuché: tiene razón. ¿Qué es lo "normal" hoy? Los tiempos cambian y las familias no podían ser la excepción. A mediados de los años 60, cuando la mamá de Héctor, Pepita Gomís, tenía su "telekínder", la mayoría de los niños dibujarían a su familia con sus padres tomados de la mano, y alrededor de ellos estarían él y sus dos o tres hermanos. Cualquier otra opción hubiese sido un escándalo (de disfuncional, ni hablamos).
Las tendencias actuales nos dicen que el numero de divorcios y uniones libres va en aumento mientras que el de matrimonios va a la baja; evidentemente estas tendencias tienen efectos en las familias modernas. Hoy en día, el dibujo de la familia puede ser un modelo tradicional, pero no será el único. Términos como divorcio, unión libre, madre soltera, que solían ser peyorativos y tanto escandalizaron a nuestras abuelas, hoy sólo describen diferentes elecciones y realidades.
Muchos dibujarán a sus padres de la mano de sus respectivas parejas, con sus hermanos, medios hermanos y hermanastros, sin que a nadie se le quite el hipo del susto, ni la considere disfuncional.
¿Qué es esto de ser miembro de una familia disfuncional en estos tiempos del cólera? Generalmente asociamos el término "familia disfuncional" con divorcio o ruptura, por lo que dejamos el de "funcional" a un modelo tradicional de familia. Existen muchas teorías de
qué es una familia disfuncional, así que es mejor ir a lo básico. Una "disfunción" es el desarreglo en el funcionamiento de algo o en la función que le corresponde. En pocas palabras, una familia disfuncional es la que no cumple con sus objetivos. ¿Cuáles serían los objetivos o funciones de la familia? La enseñanza de valores, el crecimiento de sus miembros, el desarrollo de la personalidad, el respeto, afecto y reconocimiento para los integrantes.
Para quienes crecimos estigmatizados del divorcio de nuestros padres y aguantamos miraditas entre compasivas, burlonas y discriminatorias de los "convencionales", les tengo una buena noticia: la funcionalidad una familia se define por el cumplimiento de sus objetivos; sin importar como esté conformada.
En una familia funcional sus miembros se respetan, demuestran su afecto y son responsables de sí mismos y su propia felicidad, independientemente del estatus civil de los padres. No podemos negar que el divorcio tiene consecuencias dolorosas para todos, en especial para los hijos; pero tampoco podemos ignorar el que los padres sigan casados cuando su relación es tóxica tiene consecuencias igual de desastrosas.
Esto seguramente serán malas noticias para algunos que pensaban que con seguir convencionalismos ya la habían librado (y algunos hasta se sentían superiores y le lanzaban las miraditas a quien no es como ellos). La gente que vive para las apariencias y formas apuesta por los convencionalismos, pero tristemente éstos no garantizan nada. La apuesta que sí funciona es ir por el contenido, la esencia de las cosas, lo realmente prioritario, como son el respeto, los valores, el ser capaces de dar y recibir afecto y el desarrollo del ser humano.
La importancia de la familia no ha cambiado con el tiempo. Lo que sí ha cambiado es la estructura de la familia. El modelo tradicional se amplió, o se reconoce lo que desde siempre también ha sido familia: madres o padres solos criando a sus hijos, abuelos criando a nietos, familias combinadas cuando los padres van por las segundas nupcias o enviudan y se integran con los hijos de matrimonios previos; familias donde los padres son del mismo sexo. Diferentes tipos de familias, diferentes retos pero con el mismo objetivo. Lo que importa es la calidad de la vida familiar, no el tipo de familia. La familia sirve; lo que no funciona es la idealización y preconcepción de que la familia tradicional es la única perfecta. Los modelos tradicionales pueden o no servir dependiendo de que cumplan los objetivos; si no lo hacen, que se miren a sí mismos de la forma en que nos miraban a nosotros.
Dice Jorge Escamilla, un sabio amigo astrólogo, que sabes que has superado tus problemas cuando puedes reírte de ellos; la risa es señal de que ya no te causan dolor.
Me queda claro entonces que Héctor es un ejemplo a seguir, porque no sólo ha aprendido a reírse de su situación familiar, sino que de pilón nos hace reír y a reflexionar sobre nuestra propia situación, en su divertidísimo monólogo que se presenta miércoles y sábado en el Café 22 (www.cafe22.com.mx). Vale la pena.
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¿Disfuncional o funcional? Dime tu opinión. Por favor escribe a:
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Saludos
RODRIGO GONZALEZ FERNANDEZ
DIPLOMADO EN RSE DE LA ONU
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