Opiáceos disuasivos del abuso y la Ley de consecuencias imprevistas
Los Estados Unidos han visto un aumento en las muertes por sobredosis de opioides, que incluyen tanto medicamentos recetados como opiáceos ilegales como la heroína. Los usuarios y abusadores no médicos a menudo obtienen opioides recetados desviados del mercado legal al ilegal. Con la esperanza de reducir el uso, abuso y sobredosis de opiáceos, los responsables de las políticas se han centrado en desarrollar y promover formulaciones antifalsificación o disuasorias del abuso que deshabilitan los opioides desviados si los individuos intentan utilizarlos para fines no médicos (es decir, recreativos) .
Aunque los beneficios de los ADF parecen ser inexistentes, estas formulaciones han llevado a daños reales. Los ADF han alentado a los usuarios a cambiar a opioides más peligrosos, incluida la heroína ilegal. En al menos un caso, la reformulación de un opioide recetado dio lugar a un brote del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH). En el camino, los ADF aumentan innecesariamente los precios de los medicamentos, imponiendo costos innecesarios a los compradores de seguros de salud, a los contribuyentes y, particularmente, a los pacientes que sufren de dolor crónico. Al igual que el fomento del alcohol disuasivo del abuso por parte del gobierno federal hace un siglo, estos esfuerzos están produciendo consecuencias imprevistas, tales como hacer que el alivio del dolor legal sea inasequible para muchos pacientes y posiblemente aumentar la morbilidad y la mortalidad.
El gobierno en todos los niveles debe dejar de promover los opioides ADF. El Congreso debería poner fin o limitar la capacidad de los fabricantes farmacéuticos para imponer mayores costos a los pacientes con dolor al usar ADFs para "perenne" sus patentes de opioides (evergreening es una práctica por la cual los fabricantes farmacéuticos extienden o renuevan la protección de patente antes de que caduque la patente actual fórmula levemente o reutilización del producto). La FDA debe poner fin a su política de fomentar los opioides ADF y particularmente su objetivo de eliminar los opiáceos que no son ADF. Los legisladores deberían abandonar los esfuerzos para exigir a los consumidores que compren cobertura para los opiáceos ADF más costosos y, en su lugar, permitir que las aseguradoras orienten a los usuarios médicos de estos productos hacia formulaciones genéricas más baratas que no sean ADF.
Saludos
Rodrigo González Fernández
Diplomado en "Responsabilidad Social Empresarial" de la ONU
Diplomado en "Gestión del Conocimiento" de la ONU
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Santiago- Chile
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