Depresión y diabetes
- 07 Junio 2016
- M.P. Pérez Unanua
- Publicado en Diabetes
- La depresión y la diabetes son dos enfermedades altamente prevalentes con una bidireccionalidad conocida entre ambas.
- El 40% de las depresiones en los pacientes con diabetes no se diagnostican.
- Los médicos de atención primaria y endocrinólogos deben insistir en la búsqueda activa de depresión en personas con diabetes mellitus tipo 2.
La diabetes mellitus tipo 2 (DM2) y la depresión son dos enfermedades muy prevalentes en la población general; en nuestro país se estima la prevalencia de la primera en un 13,8%, y alrededor del 10,5% de la población española ha sufrido algún episodio de depresión a lo largo de su vida. Entre ambas se ha descrito una asociación bidireccional: las personas con diabetes podrían presentar depresión como consecuencia del estrés psicológico que supone la propia enfermedad, su carácter crónico y la comorbilidad asociada. Por otro lado, la depresión y los tratamientos antidepresivos se han considerado un importante factor de riesgo para desarrollar DM2. Los mecanismos que subyacen a esta relación aún no están claros, y merecen una mayor investigación.
En este estudio que se comenta los autores se plantearon como objetivo primario conocer la prevalencia de depresión diagnosticada y oculta en personas con DM2, así como otra serie de objetivos secundarios, como conocer el grado de control metabólico de los pacientes estudiados (con y sin depresión), valorar las diferencias existentes entre los diferentes grupos y evaluar si existe alguna relación con el tratamiento prescrito o la presencia de comorbilidad.
Se trata de un estudio descriptivo, transversal y multicéntrico realizado en pacientes con DM2 asistidos en atención primaria en España. La recogida de datos se realizó mediante la revisión de la historia clínica informatizada y una entrevista dirigida realizada al paciente mediante el cuestionario PHQ-9, autoadministrado, útil para realizar el diagnóstico de depresión y establecer su gravedad.
Participaron en el estudio 411 pacientes con una media de edad de 70,8 años, de los que un 53,8% eran mujeres. La prevalencia de depresión, teniendo en cuenta los criterios diagnósticos del test PHQ-9, fue del 29,2%, de los cuales un 17% conocía el diagnóstico de depresión y un 12,2% lo desconocía (puntuación ≥10 sin un diagnóstico previo). La depresión fue más frecuente en mujeres que en hombres (prevalencia del 43,4%; intervalo de confianza [IC] del 95%: 34,5-52,3), en viudas (33,3%; IC del 95%: 27,9-38,7) y en pacientes con hipotiroidismo (12,5%; IC del 95%: 8,7-16,3). En este estudio la presencia de otros factores de riesgo cardiovascular, la edad, el grado de control metabólico, las complicaciones relacionadas con la diabetes, el tratamiento antidiabético o el número de fármacos no se asociaron con la presencia de la depresión, a pesar de que casi el 28% de los pacientes estaba siendo tratado con insulina.
Estos resultados no concuerdan con lo publicado en otros estudios, en los que los pacientes con depresión presentan una mayor prevalencia de complicaciones propias de la diabetes (retinopatía, nefropatía, neuropatía, complicaciones macrovasculares y disfunción sexual), respecto a los pacientes que no tienen depresión. Los síntomas depresivos en los pacientes con DM2 tienen mayor impacto en la calidad de vida que las complicaciones microvasculares, la insuficiencia cardiaca y el número de fármacos utilizados. Las guías de práctica clínica recientemente publicadas empiezan a recomendar la realización de un cribado de los síntomas depresivos en las personas con diabetes.
En conclusión, este estudio proporciona una información relevante sobre la depresión en pacientes con DM2 en un entorno sociocultural específico y un sistema de salud diferente al relacionado con los datos publicados hasta la fecha; de hecho, la mayoría de estos estudios se llevaron a cabo en Estados Unidos. Aproximadamente un tercio de los pacientes con DM2 asistidos en atención primaria en España tienen depresión, de los que una proporción importante no habían sido previamente diagnosticados. La atención primaria es el mejor escenario donde pude llevarse a cabo un amplio enfoque de los pacientes diabéticos, incluida la detección de la depresión con instrumentos validados y simples, como el test autoadministrado PHQ-9. Esto puede ser particularmente importante en los pacientes con mayor riesgo de depresión, como las mujeres, las viudas o los que presentan otras patologías crónicas.
Saludos
Rodrigo González Fernández
Diplomado en "Responsabilidad Social Empresarial" de la ONU
Diplomado en "Gestión del Conocimiento" de la ONU
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Santiago- Chile
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