ndispensables prácticas físicas en la tercera edad / Érika Gutiérrez de la Cruz

Indispensables prácticas físicas en la tercera edad / Érika Gutiérrez de la Cruz

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Ayer se celebró en todo el país, el Día de los Adultos Mayores. Sin lugar a dudas, en los últimos años, los temas relacionados con la tercera edad, han tomado relevancia en México. Durante el siglo pasado, en la pirámide poblacional mexicana, los niños y jóvenes predominaban, mientras que los adultos mayores eran minoría. En la actualidad, la situación está cambiando, los niños y jóvenes empiezan a ser minoría y los adultos mayores van en aumento.

En el año 2000, había 6.9 millones de adultos mayores en la población mexicana, y se prevé que para el 2050, en México habrá 32.4 millones de habitantes mayores de 65 años.

Envejecer es irrevocable e inevitable para cualquier persona. Al envejecer sufrimos de un desgaste progresivo, sintiendo que nos vamos deteriorando y que poco a poco, decaemos. Es normal que con el avance de la edad, las capacidades físicas se deterioren y por lo tanto, los problemas de salud aumenten, por ejemplo, la depresión.

Es necesario mantener las capacidades funcionales y un desempeño físico adecuado para mantener la autonomía y un buen estado de salud en los adultos mayores. La medición de las capacidades funcionales es fundamental para identificar si el adulto mayor tiene algún grado de discapacidad.

La actividad física incluye actividades tan cotidianas como caminar en forma regular y rítmica, jardinería, tareas domésticas y el baile. Todo adulto mayor puede realizar actividad física, siempre y cuando no exista ninguna contraindicación.

Diversos estudios han demostrado que la actividad física durante la vejez, tiene un impacto positivo en enfermedades como la artritis, diabetes mellitus, hipertensión, entre otras y sobre el bienestar en general. Para los adultos mayores se recomienda un programa de actividad física donde se mantenga o desarrolle la capacidad aérobica, la fuerza muscular, el equilibrio y el estiramiento.

Caminar de manera constante, es un excelente ejercicio para mantener la capacidad aeróbica, y ayuda a mejorar la salud del corazón, el sistema circulatorio y los pulmones. La meta es llegar a los 30 minutos de caminata diarios. Si no está acostumbrado a hacer ejercicio, empiece con cinco minutos y poco a poco vaya aumentando el tiempo.

Para fortalecer los músculos, es bueno realizar ejercicios de flexión y extensión, sobre todo en brazos y piernas. Para los brazos, utilice botellas rellenas a la mitad con frijoles, o acorde al peso que usted soporte. En el caso de las piernas, sentarse y pararse. Esto contribuye a prevenir la osteoporosis, a bajar de peso y a mantener un adecuado nivel de azúcar en la sangre.

Las caídas y las fracturas de cadera, son las principales causas de discapacidad en los adultos mayores. Es por esto que las actividades para mantener el equilibrio, son muy importantes. Se recomienda ponerse de pie y sentarse en una silla sin utilizar las manos, o pararse en un solo pie y después con el otro. Si usted carece de buena estabilidad, haga estos ejercicios acompañado. El estiramiento, son actividades que mejoran la movilidad de las articulaciones y ayudan a prevenir lesiones.

Antes de iniciar cualquier rutina de actividad física, es necesario que acuda con su médico para que le haga una valoración completa y le recomiende los ejercicios adecuados para usted.

Tercera edad no es sinónimo de discapacidad, por el contrario, los adultos mayores aún tienen mucho que dar a nuestra sociedad y a las futuras generaciones.

FUENTE:
Saludos,

 

RODRIGO  GONZALEZ  FERNANDEZ
DIPLOMADO EN RSE DE LA ONU
DIPLOMADO EN GESTION DEL CONOCIMIENTO DE ONU
Celular: 93934521
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