Cuidados que requiere el jardín a finales de otoño
Comience a plantar los ejemplares que quiera que florezcan en primavera
A finales de otoño es aconsejable que comience el proceso de siembra y plantación de nuevos ejemplares que arraigarán con fuerza y sin problemas, si las heladas no han comenzado a aparecer, aunque resultaría conveniente proteger los ejemplares de las temperaturas bajo cero, por ejemplo, con el plástico de burbujas empleado para embalar productos frágiles. También resulta beneficioso podar los ejemplares que acaban de florecer y los que parezcan enfermos o bien presenten elementos marchitos, para evitar la presencia de plagas y enfermedades.
Se puede sembrar las semillas del césped y de arbustos como el espino e incluso árboles como el arce o el laurel y plantar arbustos, que requieran de cierta acidez en el terreno como las azaleas o camelias. Además, también es tiempo de podar setos y arbustos ya arraigados y crecidos para lograr hacerlos más densos de cara a la próxima primavera. En este sentido, hay que es recomendable establecer un control de su altura y grosor de crecimiento, aparte de aumentar la intensidad de luz que llegue a su interior, rebajando un poco el exterior de estos elementos que aíslan del frío y las miradas ajenas.
Resulta importante que se recoja los restos de poda de los árboles y arbustos, y éstos se empleen para fabricar su propio compost o para realizar soportes para iluminar el jardín. No es recomendable que se queden sobre el césped porque pueden convertirse en un importante foco de plagas y enfermedades.
Como la mayoría de los ejemplares se encuentran en periodo de reposo no es necesario que se abonen, salvo aquéllos que estén en periodo de floración. Si se cree que el jardín necesita un ligero abono, se puede optar por aplicar un producto pobre en nitrógeno y también será necesario desconectar los programadores, dado que los ejemplares necesitan mucha menos humedad que a lo largo del verano.
Plantas de interior
Por otro lado, cuando está a punto de finalizar el otoño, las plantas se encuentran en estado de reposo pero, aunque ralenticen sus procesos vitales y la mayoría de ellas no se encuentre en periodo de floración, es conveniente buscarles un emplazamiento en el que puedan recibir la mayor cantidad e intensidad de luz posible durante lo que queda de otoño y todo el invierno.
Tan sólo unos cuantos, pero muy comunes ejemplares de interior estarán en periodo de floración, por lo que será recomendable abonarlos para conseguir aumentar y alargar el mencionado proceso mediante un aporte extra de fósforo y potasio. A lo largo de este periodo es aconsejable rebajar la dosis recomendada por el fabricante, sobre todo si se trata de un producto rico en nitrógeno o equilibrado. Requerirán de este aporte extra de alimento las azaleas, las orquídeas, los crisantemos y ejemplares como la saintpaulia.
Además también es preciso vigilar constantemente las plantas porque la sequedad, provocada al encender la calefacción, favorece la aparición de plagas que pueden dañarlas seriamente. Para evitar este problema, la mejor solución consiste en buscar un emplazamiento adecuado y colocar todos los tiestos juntos para que las mismas plantas generen un microclima de humedad con el agua que se evapora a través de sus hojas.
A pesar de la pérdida de agua provocada por la calefacción, no resulta muy adecuado regar frecuentemente, porque debido a que se ha ralentizado su ciclo vital y crecen en menor medida, las necesidades de nutrientes y riego son menores.
Es conveniente que se comience a podar los tallos de plantas variegadas de gran desarrollo como la diefembaquia o bien la cheflera. También será importante eliminar las hojas amarillas del crotón, del ficus o del cordilyne. También se puede aprovechar este tiempo para cortar los largos tallos de ejemplares colgantes como la hiedra, el potos, las esparragueras o los cisos para conseguir guiarlos y darles la forma que se desee, consiguiendo que no invadan zonas de paso o quiten el sol a otros ejemplares, si la parte colgante llega a ser demasiado grande.
A finales de otoño también es una época idónea para comenzar a preparar y plantar las jardineras, que decorarán los balcones durante los meses invernales. Plantar ejemplares de caléndulas, dragonarias, pensamientos, lobelias, violetas y demás especies resistentes al frío y de floración temprana pueden aportar una nota de color a la casa, incluso desde principios del invierno.
Saludos,
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