'Espuma y diamantes' en Amnesia
Paris Hilton empieza su jornada laboral en Ibiza
"Tenemos que trabajar más y pensar menos en la crisis", aconseja la multimillonaria
La 'celebrity' se presenta con seis clones y un vestido de lentejuelas tapando lo justo
Paris Hilton, ayer, a la entrada de la discoteca Amnesia de Ibiza, Foto: GERMÁN G. LAMA. Vídeo: ENRIQUE FALCÓN
Paris Hilton se presentó esta madrugada a su primer día de trabajo en la isla de Ibiza en Rolls-Royce, justita de lentejuelas, un pelín tarde y con el maletín cargado de replicantes.
Ante un muestrario de ladys años 50 de color rosa, las tres reglas de la robótica de Isaac Asimov se asomaron para comprender el ejercicio de supervivencia de un ciborg explosivo, diseñado para la industria del entretenimiento inane, 34 años y medio después de salir de fábrica, y a medida que se relaja su actividad sísmica.
Como un robot debe proteger su propia existencia, Paris Hilton, el personaje interpretado por la multimillonaria Paris Hilton, sobrevive en su reinvención hasta precisar en cada uno de sus tinglados un convenio colectivo que abarque a todos sus personajes: una Dj, una cantante, una presentadora, una diseñadora, una analista política que John McCain comparó con Obama, la propietaria de un chihuahua que escribió un bestseller, el envase de una fortuna de 1.300 millones de euros, un invento de la CIA según una teoría de internet, e incluso una alienígena, según otra.
Paris Hilton se ha enamorado ahora de un multimillonario suizo, Thomas Gross, de 39 años, pero tan en serio que ha sumado a sus 17 líneas de productos la ropa para niños. "Mis gustos y mis intereses cambian constantemente", se disculpa. Pero la prensa inglesa hablaba esta semana de una auténtica metamorfosis, del fin de la reina de las celebritys, tras contemplar a la Hilton menos excesiva y más melancólica de todos los tiempos en la boda de su hermana Nicky en el Palacio de Kensington. Una lectura más amplia lo explicaba con que el marcador de bodas entre ambas se había puesto 2-0 a favor de la pequeña.
Su mensaje de desembarco en la isla este miércoles fue: "De vuelta al paraíso con mi amor", recepcionado por sus 13,5 millones de fans en twitter, un tercio más que el Papa, siempre pendientes de sus versículos yoistas en triquini, su promoción incondicional de paisajes y quincallas, y su búsqueda del amor verdadero.
Paris Hilton, ayer, a la entrada de la discoteca Amnesia de Ibiza, GERMÁN G. LAMA
Al milagro de la multiplicación de las Paris en el photocall hay que añadir el de sus sesiones en Amnesia, que se prolongarán hasta el 12 de septiembre, su residencia más larga tras tres años cotizados como dj, y cuyos honorarios no oficiales se sitúan en los 260.000 euros la visita.
"Trabajo porque me gusta, creo que tenemos que trabajar más y pensar menos en la crisis económica", apunta la creadora de la fiesta 'espuma y diamantes'.
Más de 5.000 clubbers vibraron esta madrugada con los ritmos aportados por Paris y su dj supletorio, muchos de ellos portando luminosos que se repartieron con el nombre de la celebrity, en una sesión de algo más de dos horas que concluyó con el habitual magreo en baño de espuma en medio de la pista, principal reclamo de la fiesta.
El debut también sirvió para presentar su nuevo vídeo dance, 'High off my love", tras el que apareció la Paris con un vestido corto con cola, de gasa, pedrería y lentejuela, que dejaba poco lugar a la imaginación de una lentejuela. Tras barrer con un vídeo selfie a todos los fotógrafos que la apuntaban en el photocall, Paris colgó en Instagram su "orgullo" por poder pinchar en la misma isla que los djs más importantes del mundo, y cuyo reconocimiento le sigue negando la industria, incluido el dj de Pacha y primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Ibiza Joan Ribas, por Guanyem, que la llamó fake incluso antes de cerrar su pacto de gobierno
"Esto es lo que me gusta hacer, cuando me subo a la cabina y veo a la gente feliz me emociono, he estudiado muy duro para estar preparada, me sorprende que haya mucha gente que diga cosas malas de mi sin saber ni siquiera lo que hago y sin conocerme", explica Paris sin conocer tampoco a Joan Ribas o lo que dijera éste.
Su evoluciones en la isla se ampliarán a partir de hoy más allá de los escenarios, como embajadora planetaria sobre la que pululan numerosas celebrities que o bien acaban en el restaurante Cipiani a leches, como el año pasado Orlando Bloom y Justin Bieber; o en su reservado, como Neymar y Balotelli, o en un cumpleaños en una mansión privada, como Kim Kardashian o Kate Moss. Se hace saber que la cosa acaba de empezar.
Saludos
Rodrigo González Fernández
Diplomado en "Responsabilidad Social Empresarial" de la ONU
Diplomado en "Gestión del Conocimiento" de la ONU
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Santiago- Chile