Recuerdo que hace un par de años, cuando en el Metro no estaba construido el Subcentro de la Estación Escuela Militar, cada vez que tenía que salir por Vespucio con dirección a Riesco, sentía un poco de miedo al cruzar por los pasillos vacíos y oscuros del Metro. A pesar que, afortunadamente, nunca he sufrido algún tipo de agresión y menos en el espacio público, se me venía de inmediato a la mente la escena de la violación de la película Irreversible, es que encontraba que el lugar era tan parecido; público, subterráneo, medio laberíntico, oscuro y sin seguridad. Así que, caminaba lo más rápido que podía para poder llegar a mi destino.
Quizás, lo que me pasaba a mi le sucedía a otras que vieron la película (como ésta tenía varias tomas en el metro, la asociación era inevitable), pero lo que es peor, efectivamente, hoy en día algunos espacios públicos son escenario de acoso sexual para las mujeres, y no me refiero solamente a espacios oscuros y casi desolados sino también al transporte público masivo. O sino, recordemos lo que sucedió en los inicios del Transantiago, donde producto de este acoso, provocado por las aglomeraciones de gente, tanto en el Metro como en las micros, se señaló que, se levantar conveniente que algunos vagones sean utilizados exclusivamente por mujeres, como en otras ciudades latinoamericanas. De hecho, revisando información para este artículo, encontré que efectivamente se levantó el proyecto que propone vagones de uso exclusivo para mujeres.
Sin, duda la violencia o el acoso a las mujeres, no es algo nuevo. Que, lamentablemente estos hechos sucedan en espacios públicos urbanos, tampoco es una realidad de estos últimos años. Debido a esto, la ONU, lanzó un programa denominado "Ciudades seguras libres de Violencia contra las mujeres y las niñas". Esta iniciativa, que se aplica en en Quito (Ecuador), y en El Cairo (Egipto), Nueva Delhi (India), Port Moresby (Papua Nueva Guinea) y Kigali (Ruanda); buscan compartir experiencias y empoderar a las mujeres a exigir una ciudad justa, donde sea igualmente seguro circular, transportarse y vivir la ciudad, tanto para hombres como las mujeres.
Mujeres por la ciudad, es un experimento que buscó crear conciencia acerca de la violencia que sufren las mujeres mientras transitan por sus ciudades. Actualmente se encuentra en las ciudades de Rosario, Lima, Talca, Bogotá, Ciudad de Guatemala, San Salvador, Tegucigalpa. Puedes revisar las fotos de las intervenciones urbanas en su flickr.
Existen varias cifras e indicadores sobre esta violencia, además de algunas conclusiones a las que se está llegando en los diversos programas levantados. Por lo pronto, vale la pena preguntarse. ¿Son nuestras ciudades seguras para las mujeres y niños? Cuándo se planean las ciudades, ¿se piensa en la seguridad de las mujeres? ¿ O se planea con habitantes estándar? A partir de esto, ¿Es posible pensar en la ciudad pensando diferenciadamente en hombres y mujeres? Y en lo práctico ¿En qué lugares de nuestra ciudad se presenta mayor violencia y acoso en contra de las mujeres?